Pedro
Corzo
No es
para sentirse orgulloso, todo lo contrario, desuela decirlo, pero quizás la
mejor manera de superar una realidad traumática es reconocer la
responsabilidad individual y colectiva, e iniciar una cruzada que conduzca a la
redención.
En los tiempos modernos no ha habido
un gobernante que haya ejercido el poder por más años que Fidel Castro.
Cuarenta y nueve para ser exacto.
El más próximo al tirano caribeño ha
sido el autócrata de Corea del Norte, Kim IlSung, que controló su país por
cuarenta y seis años. Kim fue quien instauró las dinastías en el mundo
comunista, que los Castro no tardaron en imitar.
Los otros dictadores comunistas de que
se le acercaron fueron Mao TseTung de la República Popular China, 27 años
y José Stalin, Unión Soviética por 31, aunque hay que tener en cuenta que
Josep Broz, "Tito" mandó en Yugoslavia la friolera de 35 años,
y hasta se declaró presidente vitalicio.
Sin duda que una lista de los
autócratas más longevos en el poder sería demasiado extensa, pero no se pueden
pasar por alto a tres dictadores que fueron muy aliados del tirano cubano, el
libio Muammar Gaddafi, 41 años, en Irak, Saddan Hussein, 24 y Hafez al-Assad,
en Siria, 29 años.
Otro
aliado del dictador cubano fue Sukarno quien impuso su voluntad en Indonesia
por 22 años
En la
África Negra, Fidel Castro cuenta con autócratas que esperan romper su record.
Por ejemplo Teodoro
Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial que lleva en el poder 34 años
y que sucedió a otro dictador de larga data Francisco Macías Neguema, otros
aliados del castrismo que aspiran a superar al mentor, son José Eduardo dos
Santos de Angola 34 años y Robert Mugabe que de héroe de la independencia
de Zimbabue mutó a cruel dictador que a sangre y fuego se ha mantenido
gobernando por 26 años, aunque ninguno alcanza los 35 que lleva haciendo su
voluntad en Camerún, Paul Biya y menos aún los 42 años que gobernó en Gabón,
Alhaji Omar Bongo Ondimba.
El
despotismo no es potestad de los comunistas ni de nazi o fascista. Los
autócratas responden más a sus intereses que a ideologías, por eso cuando
llegan al poder por la fuerza o legítimamente no quieren abandonarlo.
Entre los muchos ejemplos, están
ChianKai-sheck, que mandó en la China continental poco más de cinco años, pero
después se estableció en la República China, Taiwán, por otros veintiséis.
El gobernante de Bahréin por más de 39
años ha sido Khalifaibn Salman Al Khalifa, también la República de Yemen tiene
en esta deshonrosa lista a su representante, Ali Abdulá Saleh quien
dirigió los destinos del país por 22 años, aunque anteriormente había gobernado
por doce y al igual que el tunecino Zine El Abidine Ben Al, 24 años,
sucesor de Habib Bourguiba, quien mandó por tres décadas.
América
Latina no se queda atrás. Tiene su lista de déspotas sangrientos que actuaron
como dueños de vidas y haciendas. Consideremos solo los del pasado siglo y el
presente, pero antes un vistazo a la península ibérica donde encontramos a
Francisco Franco quien gobernó con mano de hierro a España por 36 años y el
portugués Antonio Oliveira Salazar por igual cantidad de tiempo.
Después de Fidel Castro el
decanato de los dictadores de América lo ostenta el desaparecido Alfredo
Stroessner de Paraguay quien gobernó por 35 años. El déspota cubano se
encontraba en Caracas, invitado a la toma de posesión de Carlos Andrés Pérez,
1989, cuando conquistó tan triste distinción.
A
Stroessner le sigue el venezolano Juan Vicente Gómez, 27 años, y el mexicano
Porfirio Díaz, que aunque de manera intermitente gobernó a su país por 31 años,
el mismo periodo de tiempo que su par dominicano, Rafael Leónidas Trujillo, uno
de los pocos dictadores ajusticiado en el poder por un sector del pueblo que
victimizaba.
También
fueron dictadores Augusto Pinochet Chile, 17 años y Omar Torrijos de Panamá,
13.
Faltan
muchos pero no es posible enumerarlos a todos, aunque si es obligado referirse
a dinastías como la de los Duvalier en Haití, Françoise 14 años y Jean
Claude, 15 años, y la de los Somoza en Nicaragua, 45 años, solo superada por la
dinastía impuesta en Cuba que pronto arribara a los 55 años.
Todos
los déspotas tienen un denominador común, creen en la fuerza y le rinden culto
y violentan los derechos ciudadanos causando muerte y desolación.
Sin
embargo a diferencia de algunos de estos dictadores el decano Fidel Castro,
usurpó todos los poderes del estado cubano. Dispuso de la vida y hacienda de
cada ciudadano. Dividió a la sociedad. Condujo a la muerte a miles de personas.
Destruyó los valores sobre lo que se sustenta la nación. Acabo con la esperanza
e instituyo la doble moral. La herencia que recibe el pueblo cubano del
castrismo es desoladora, no hay comparación con el legado de otros
dictadores que ha sufrido el hemisferio.